Para reformar una vivienda que se encontraba en buen estado, pero con acabados fríos como suelos de mármol y cocina y baños separados y alicatados por completo, se quería una propuesta que diera una sensación de conjunto a toda la casa, creando un fondo cálido y despejado a base de elementos naturales sobre el que superponer las diferentes obras de arte y objetos de los propietarios.
Para ello se recurrió a la madera de roble para forrar suelos, paredes y cabeceros, el hierro visto y la piedra caliza. Se proyectan espacios abiertos con materiales en continuidad, con muebles a medida y paños muy limpios. Se modifica completamente la instalación de climatización, apostando por la aerotermia, para poder así eliminar los radiadores, dotando a la vivienda de un sistema de suelo radiante y refrigerante complementado por aire acondicionado.
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Por ello las respuestas son unitarias para todos los baños, con los mismos acabados para baños principales y de hijos, que comparten concepto con el dormitorio principal a la hora de incluir zona de dormitorio, estudio, vestidor y baño.
La planta baja queda como una sucesión de espacios dedicados a estar, comedor y cocina, conectados visualmente de principio a fin y a su vez con el exterior, poniendo en valor los jardines delantero y trasero, para lo cual fueron transformados a partir de plantación apta para poca incidencia de sol y la apertura de un gran hueco en la zona del saló, que junto con el uso de tarima para exterior en continuación con el suelo interior, diluyera las fronteras entre interior y exterior.
Por último, la elección de los propietarios de elementos de última tecnología, dota a la vivienda del confort y funcionalidad que complementa a los materiales naturales para hacer de la reforma de esta vivienda una propuesta redonda.
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Interiorismo: BATAVIA · Fotografías: Silvio Posada