La intervención se sitúa en una finca de algo más de treinta hectáreas, es una dehesa con magníficas encinas y un sotobosque de retamas jaras y espinos. Algo muy parecido al paraíso. En la zona central de la finca existían diversas construcciones, una casa principal, una de guardeses, unas cuadras y un palomar, suman entre todas seiscientos metros cuadrados construidos en los que se materializa la intervención.
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La intervención recupera los muros de 70 cm de piedra de granito y los perfora con huecos de gran tamaño para modular la luz. Se trabaja el espacio como un elemento sólido, como si se tratara de una talla. Estos huecos se configuran como lugares donde estar para disfrutar simultáneamente de la protección y el confort de la casa y de la impresionante naturaleza que la rodea.
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Equipo: Camino Alonso, Carlos Alonso, Ignacio Lechón, Fernando Alonso, Elía Peroni, Carlos Jiménez, Clara Farinella
Interiorismo: BATAVIA · Fotografías: Belén Imaz