Parcela en las afueras de Madrid de 2.500m2 donde se realizó reforma y ampliación que resultó en una vivienda de 600m2 aproximadamente.
“Encontramos esta vivienda para nuestros clientes”. La construcción original era de los años ‘60, tenía una parcela preciosa, con valioso arbolado y ubicación excelente, pero carecía de luz y espacios de calidad arquitectónica, por lo que hubo que trabajar para generarlos.
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Para ello, mantuvimos los módulos este y oeste de la estructura y demolimos la parte central, generando así las volumetrías que necesitábamos para los espacios principales de la casa: salón, comedor y cocina en planta baja y dormitorio principal en planta alta. En esta zona, se consiguió una altura de techos de más de 3 m donde antes no llegaban a los 2,40m y generamos un patio central ajardinado entorno al cual se estructuran los usos principales de la casa provocando así una entrada de luz natural en el centro de la vivienda. Además del aporte de luz, este patio mejora la eficiencia energética de la casa, ya que permite su apertura durante las noches de verano sin comprometer la seguridad, refrescando toda la casa de forma natural. La frontera interior-exterior desaparece aquí, ya que se remató el perímetro con grandes ventanas correderas que desaparecen por completo, inundando la casa de luz un espacio continuo en toda la planta. Se concibe también como un espacio de paso entre el salón y el comedor o entre la cocina y la sala de estar. Buscamos la sensación de meter el jardín dentro de casa para conseguir una vinculación constante con la naturaleza. En este proyecto se cuidó mucho el proyecto de paisajismo, para disfrutar de multitud de variedades vegetales desde cada rincón de la casa, que van cambiando de color con el paso de las estaciones. Con nuestra intervención, intentamos arropar la casa poniendo en valor además la apabullante vegetación preexistente.
La distribución de la planta principal busca el lado práctico de la vida diaria, la vinculación entre los diferentes espacios que permite que los miembros de la familia puedan estar siempre en contacto entre sí y la sensación de contacto con la naturaleza desdibujando la frontera interior-exterior.
Un detalle curioso de esta casa está en la chimenea, que puede abrirse tanto hacia el salón como hacia el porche exterior, para permitir alargar el uso de este espacio cuando empieza a refrescar.
En la planta alta se distribuyeron los dormitorios. El principal cuenta con un enorme ventanal que permite la apertura completa de la fachada sur al exterior, tanto en el espacio de dormitorio como en el cuarto de baño. Ambos espacios están unidos visualmente, ya que sólo los separa un armario que no llega hasta el techo, ampliando la sensación de espacio en las dos estancias.
Los dormitorios de los niños e invitados se reformaron sobre la estructura de la casa antigua, apareciendo espacios con cubierta inclinada, vestigio de la vivienda original.
Parte de la estructura se realizó con un sistema llamado LVL: sistema de madera laminada que se ha desarrollado demandado por la industria de la construcción. El LVL está diseñado para ser más fuerte que el acero, pero más ligero que el hormigón y a la vez muy adaptable y duradero y ha demostrado su valor para ser la opción elegida a la hora de hablar de aplicaciones estructurales. Hoy en día, está impulsando una nueva ola de construcción ágil y renovable, y nos da la oportunidad de conocer las maravillas de la madera.
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Equipo: Camino Alonso, Carlos Alonso, Ignacio Lechón, Fernando Alonso, Cristina Pérez, Yolanda Bellosta, Clara Farinella, Miriam Arias.
Fotografias: Belén Imaz