La vivienda de unos 450mts cuadrados, está ubicada en la isla de Menorca y distribuida en tres plantas para adaptarse a la escarpada orografía del terreno y favorecer el disfrute de las maravillosas vistas desde la mayoría de los espacios de la casa.
+
Su exterior está acabado inspirándose en los antiguos trabajos a la cal de la Isla. Los muros de mampuesto de piedra, buscan asemejar sus características terrazas agrícolas. En su espacio interior, el acabado continuo en tonos tierra de los solados, aporta sencillez, continuidad y fluidez al conjunto, además de alta funcionalidad en una vivienda pensada para disfrutar de la familia y compartir con los amigos.
Se abrieron grandes ventanales, buscando carpinterías de máxima apertura y mínima perfilería que asegure el mayor grado de visión posible. Se vincularon espacios al máximo y se trató de romper con límites dentro/fuera, salvo la fachada de la entrada principal que se protege de miradas ajenas y asegura la privacidad.
La piscina, con terminación hacia el infinito y volando sobre el mar, se ubica en la planta alta, donde también está la cocina que se desdobla teniendo una resguardada totalmente y otra en el exterior bajo una pérgola artesanal de fibras naturales.
Los dormitorios y cuartos de baño se enfocan a las vistas al mar.
–
Fotografías: Belén Imaz · Amueblamiento: Laura Muñoz · Estilismo: Blanca Alonso