Casa en Oeiras, un remanso de paz cerca de Lisboa
La casa que presentamos hoy, obra del estudio lisboeta Pedro Domingos Arquitectos, se ubica en una zona residencial de Oeiras, una pequeña localidad próxima a la capital portuguesa. La cercanía a las vías de la línea ferroviaria Lisboa – Cascais y el entorno algo saturado de pequeñas casas condicionó la disposición de la vivienda.
-Joao-Carmo-Simoes-23-1024x682.jpg)
-Joao-Carmo-Simoes-22-1024x684.jpg)
Se necesitaba crear un lugar de retiro, un espacio donde vivir, trabajar y relajarse, que albergara, además, una biblioteca y una pequeña colección de arte. Con estas premisas, el equipo de Domingos optó por articular todas las estancias alrededor de un gran patio interior cuadrado de 11,5 metros de lado y 5,75 metros de altura.
-Joao-Carmo-Simoes-13-1024x732.jpg)
Esta zona actúa como elemento central de la casa, proporcionando intimidad, luz abundante y también zonas de sombra, recreando una atmósfera similar a la de los patios mediterráneos tradicionales. La presencia y el sonido de una lámina de agua que fluye contribuye así mismo a atemperar esa necesaria tranquilidad.
-Joao-Carmo-Simoes-9-1024x684.jpg)
-Joao-Carmo-Simoes-10-1024x684.jpg)
Por su parte, la vivienda se organiza como un espacio fluido, sin puertas interiores, desde las zonas comunes del sur y el este hasta las estancias privadas del norte. Una ruta interna donde se va jugando con dimensiones, alturas e incidencia de la luz natural para definir sutilmente cada área.
-Joao-Carmo-Simoes-3-1024x684.jpg)
-Joao-Carmo-Simoes-6-819x1024.jpg)
-Joao-Carmo-Simoes-8-819x1024.jpg)
Cabe destacar la presencia de otros dos patios interiores, uno pequeño al norte para iluminar al alimón la biblioteca y el dormitorio, y otro más extenso en el límite sur, junto al aparcamiento y la cocina, que con el buen tiempo sirve de comedor al aire libre. El inventario de habitaciones se completa con una sala de estar, un comedor, baño, aseo, un amplio despacho y una zona de archivo, además de unos extensos jardines perimetrales.
-Joao-Carmo-Simoes-4-819x1024.jpg)
-Joao-Carmo-Simoes-7-1024x684.jpg)
-Joao-Carmo-Simoes-21-688x1024.jpg)
En cuanto a la construcción, se ha buscado deliberadamente la austeridad y la sencillez, con el protagonismo indiscutible de la luz, filtrada a través de grandes ventanales enmarcados estratégicamente distribuidos por toda la casa. En las paredes se utilizó yeso pigmentado: blanco en exteriores y habitaciones, y terroso-rojizo para los patios, lo que les da una fuerza especial. A su vez, los suelos interiores son de hormigón pigmentado, las puertas de metal y los techos de hormigón visto.
-Joao-Carmo-Simoes-16-683x1024.jpg)
-Joao-Carmo-Simoes-5-819x1024.jpg)
-Joao-Carmo-Simoes-14-1024x683.jpg)
-Joao-Carmo-Simoes-19-819x1024.jpg)
Así pues, se ha conseguido ese carácter introspectivo que requería el proyecto sin renunciar a la luminosidad o la calidez cromática, complementadas con un paisajismo que lo hace aún más acogedor. Un hogar espartano pero que rezuma bienestar y serenidad por los cuatro costados.
-Joao-Carmo-Simoes-18-683x1024.jpg)
Fotografías © João Carmo Simões
