El estudio chino X+Living –con Li Xiang al mando– ya había dado muestras de su gran imaginación a la hora de ambientar espacios, pero en su reciente proyecto Loong Swim Club esa imaginación se desborda por completo. No solo ha creado una piscina para toda la familia, sino que la ha convertido en un auténtico centro de ocio y entretenimiento para cualquier edad.
Ubicado en la ciudad de Suzhou, sus 2.200 m2 constituyen un viaje hacia el deslumbramiento y la aventura. Se divide en cinco áreas funcionales (recepción, sala de lectura, piscina, baños y restaurante), con una conexión fluida entre ellas. El agua es el elemento conductor a la hora de desplegar una atmósfera de ensueño, líquida y multicolor, con tonos que van desde el rosa hasta el azul claro, todos muy relajantes.
El área de entrada recibe a los visitantes con una gran ballena enroscada en una columna, como saltando fuera del agua. Desde allí, el mostrador en forma de barco a punto de zarpar invita a adentrarse en el resto de salas.
Pasada la zona para cambiarse de ropa y calzado, encontramos el área de lectura. Padres e hijos pueden relajarse en sus cómodos sofás-estantería acolchados que simulan olas mientras hojean libros ilustrados.
De aquí se pasa a las piscinas. Una pasarela adyacente con asientos permite ver al resto de la familia las evoluciones de los niños, y estos pueden interactuar con ellos a través de las ventanas.
Al fondo del pasillo se encuentran las áreas de baño infantil y de baño para adultos, también llenas de colorido, algo que se magnifica en el restaurante. Dividido en muchos espacios con decoraciones bien diferenciadas, está presidido por varias «cáscaras de huevo» multicolores interconectadas en una especie de castillo fantástico al que trepar.
El centro del recinto es su único punto de entrada. Desde allí, los pequeños escalan en todas direcciones siguiendo las tuberías transparentes, por lo que los padres siempre los tienen localizados. Su iluminación, igual de rompedora, invita a no dejar ningún rincón de esta fantasía vanguardista sin explorar. Además, el techo acristalado hace que todo se duplique: una verdadera experiencia onírica para chicos y grandes.
imágenes vía X+Living