La vivienda unifamiliar Monte Tauro está situada en la exclusiva zona residencial de Lomas de Chapultepec en Ciudad de México. Partiendo de una parcela de 30×20 metros con vecinos en tres de sus lados, el estudio Pérez Palacios Arquitectos consiguió dotarla de una envidiable privacidad gracias a un trazado que crea un amplio patio interior.
El proyecto se estructuró siguiendo tres ejes de circulación en la planta baja: uno público, otro de servicio y un tercero que incluye los dormitorios. Este enfoque genera tres volúmenes separados con su propia personalidad y sección, de forma que se nota que cada bloque cumple con un destino diferente.
El ambicioso programa de 645 m2 se organiza alrededor del gran patio interior, que ofrece a los propietarios un refugio donde poder relajarse. El costado oeste alberga las estancias privadas, como el dormitorio principal con baño y vestidor. Junto a él, el volumen de dos pisos de la parte norte contiene la cocina y un dormitorio algo más pequeño en la segunda planta.
Mención aparte merece el sótano, con un área de servicios que cuenta con garaje para tres coches, gimnasio, bodega y una habitación para el chófer. Este bloque, junto al de los dormitorios, crea un esquema en forma de L que encierra el área pública de la casa: una amplia sala de estar, la terraza cubierta –ideal para disfrutar con los amigos– y el jardín.
Las estructuras abiertas de madera aligeran aquí la contundencia de los bloques de hormigón, que se pigmentaron en tono terroso para armonizar con el entorno. Además, retienen la textura de listones del encofrado, lo que les confiere un aire más natural.
En cuanto al interior, destaca la luminosidad que proporcionan los abundantes acristalamientos tanto en la fachada norte como en los costados. Así mismo, se juega con combinaciones de mobiliario antiguo y contemporáneo para dar un ambiente acogedor y familiar a las habitaciones.
En palabras de Pablo Pérez Palacios: «En la casa Monte Tauro se materializa la arquitectura como un medio y un mensaje abierto, donde se ponen a prueba ideas siempre centradas en el individuo y su relación con el espacio; una arquitectura donde el vacío es tan importante como lo construido».