El entorno de la Costa Esmeralda bonaerense, junto a una elección de materiales realmente espartana, constituye la piedra angular de la Casa Bosque.

Besonías Almeida Arquitectos. Fotógrafo Federico Kulekdijan. Despiertaymira.

Como integrante de una urbanización donde abundan las acacias y los pinos marítimos, el estudio argentino Besonías Almeida Arquitectos proyectó la vivienda para aprovechar al máximo ese paisaje privilegiado.

Besonías Almeida Arquitectos. Fotógrafo Federico Kulekdijan. Despiertaymira.

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En lugar de nivelar el terreno, se decidió acomodar el unifamiliar a la pendiente. De esta manera, surgen tres volúmenes escalonados con una diferencia de 45 cm para albergar los distintos usos de la casa. La entrada se sitúa en el centro de la planta, al mismo nivel que el comedor, la sala de estar y la cocina, organizados como un solo espacio diáfano. Desde allí se asciende por un breve tramo de escalera a los dormitorios, o se baja hasta otra área de reunión familiar donde disfrutar del paisaje frente a la chimenea.

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Esta disposición «fracturada» permite la formación de pequeños patios interiores que incorporan la vegetación del entorno y más luz natural a la vivienda. Respecto a la orientación, al seguir la pendiente de la parcela, la Casa Bosque alinea su eje mayor con la dirección norte-sur. Para garantizar la privacidad, la fachada este –más expuesta– presenta aberturas muy controladas, mientras que la oeste posee una mayor abundancia de acristalamientos, al quedar protegida por el área boscosa.

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Sin embargo, son los enormes voladizos los que marcan el carácter inclusivo de la propuesta, sobre todo en el extremo norte, con su gran balcón desde donde contemplar el paisaje colina abajo. Cada volumen se cubrió con una losa de hormigón apoyada en vigas invertidas que se van entrelazando a lo largo de toda la casa. Para mejorar el aislamiento térmico, las cubiertas entre vigas se diseñaron como terrazas verdes, puesto que reciben sol durante buena parte del día.

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El hormigón visto brinda así una solución estructural eficaz, estética y de bajo mantenimiento. La profusión de este material se refleja incluso en el mobiliario: basta con echar un vistazo a la mesa de comedor, los estantes o el banco de la terraza. Junto a él, los toques en bronce oscuro de los cerramientos y la madera envejecida ceden su voz a los colores de la naturaleza.

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