Fruto de las dos grandes pasiones del paisajista francés Emil Leroy-Jönsson –la naturaleza y la arquitectura– el Landscape Hotel 48° Nord ofrece una experiencia única de ecoturismo. Ubicado en la pequeña localidad alsaciana de Breitenbach, en pleno macizo de los Vosgos, este establecimiento hotelero apuesta por un programa fragmentado de líneas sencillas. Un plan con el punto justo de atrevimiento para integrarse en su entorno con personalidad.

La idea surgió durante una acampada en el Parque Nacional Sarek de Laponia, donde Leroy-Jönsson imaginó un «hotel paisaje» compuesto por cabañas de madera con sello escandinavo. Así que se asoció con la firma noruega Reiulf Ramstad Arkitekter y el estudio francés ASP Architecture para materializarlo.

Herederas del «hytte» noruego, 14 cabañas salpican la ladera a modo de rocas que se afirman en la pendiente. Revestidas de madera de castaño local sin tratar, descansan sobre pilotes con un doble propósito: conservar el paisaje y facilitar un eventual traslado de las construcciones.

Cada cabaña cuenta con acristalamientos panorámicos para disfrutar del entorno de montañas, pastos y árboles. El equipo de Reiulf Ramstad diseñó cuatro tipologías de «hytte» contemporáneo con formas y cualidades diferentes. Las Low Grass, de una sola planta y accesibles para todo el mundo, se agrupan cerca del edificio principal. Las Tree y las Ivy, muy esbeltas, se hacen eco de las cimas próximas con su verticalidad, afianzándose en la zona intermedia. Por último, las Fjell (montaña en noruego), situadas en la cima de la colina y con espacios protegidos del viento, son ideales para las familias.

Los interiores, también minimalistas, destilan un aire rústico con su madera de color claro y su práctico mobiliario empotrado. Una invitación al recogimiento heredada de sus antecesores nórdicos, aunque matizada aquí con acierto por generosos ventanales hacia la naturaleza.

Todas las cabañas incorporan techos verdes, un aislamiento natural que contribuye a la sostenibilidad de la propuesta. En este sentido, toda el agua de lluvia se recoge y se trata posteriormente en un lecho filtrante de arena para su posterior aprovechamiento.

Además, el proyecto 48° Nord incluye un edificio principal con áreas comunes como un spa o un restaurante que se nutre de productos orgánicos de la región y del propio huerto del hotel.

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