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31 de julio de 2025

TISSARAOUATA: un diálogo con el bosque

  • Proyecto de Stroph Architecture & Design
  • Fotografía de Maxime Brouillet

TISSARAOUATA, diseñado por Stroph Architecture & Design y realizado en 2023 en Shefford, Canadá, se encuentra en un entorno privilegiado: un extenso bosque de arces sobre una ladera de montaña. La intervención evita levantar un volumen ajeno al entorno. En su lugar, la vivienda se adapta a la topografía y cumple con una misión clara: minimizar su huella sobre el terreno y sus efectos visuales.

El proyecto replica la simplicidad de las longhouses autóctonas de la región, articulando una serie de volúmenes homólogos que dan forma a un chalet que parece surgir del bosque. La envolvente, revestida en madera de cedro negro y franjas de madera natural, genera una imagen frágil y sólida a la vez, casi táctil, que se mimetiza con el follaje otoñal y los tonos terrosos. Tres estructuras secundarias replican su geometría, construyendo un conjunto de siluetas familiares, íntimamente relacionadas con el paisaje.

TISSARAOUATA cuenta con un semisótano que acoge hasta doce personas, optimizando la distribución sin aumentar el impacto visual en la ladera. La planta superior —el cuerpo principal— se compone de un espacio diáfano y de doble altura, donde la sala de estar se abre completamente al exterior a través de grandes ventanales. Esta sala organiza el espacio con fluidez, amplificada por una altura amplia y por una planta abierta que elimina barreras visuales y espaciales.

En el interior, la madera de pino cubre las paredes y techos, rompiendo cualquier asociación rústica propia de la especie: aquí adquiere una textura cálida, elegante y depurada . El mobiliario, diseñado a medida, es coherente con la paleta minimalista, reflejo de una filosofía de vida sobria y conectada con el entorno. Las ventanas panorámicas enmarcan las montañas de Shefford, aproximando el exterior sin subyugar el interior .

La vivienda evita sobresalir sobre el terreno: la semi‑enterrada planta baja reduce el volumen aparente y ofrece aislamiento natural. La fachada superior —delgada y alargada— mantiene una escala humana y evita romper la armonía visual del bosque. La elección de materiales locales y sostenibles demuestra una voluntad clara de respeto hacia la naturaleza que la rodea.

TISSARAOUATA no es un chalet alpino romántico ni una estructura lujosa: es un ejercicio de contención formal. Su escala, su selección de materiales y su volumetría siguen un propósito: abrazar el entorno sin perturbarlo. Producto de una interpretación sensible y técnica, el proyecto surge como un refugio para el presente y una promesa para las futuras generaciones. Una arquitectura que se siente, pero no se impone.