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13 de noviembre de 2025

Weston Visitor Centre, arquitectura integrada en Yorkshire

  • Fotografías: Peter Cook
  • Arquitecto: Feilden Fowles

El Weston Visitor Centre se integra en el paisaje ondulado de Yorkshire como un pabellón casi invisible. Este proyecto del estudio Feilden Fowles redefine la arquitectura rural desde la contención y el respeto al entorno. Desde la distancia, el Weston Visitor Centre no irrumpe: se posa en la ladera como si siempre hubiese estado allí.

La estrategia fue clara desde el inicio: protegerse del clima adverso sin perder conexión visual con el paisaje. La solución consistió en semienterrar la pieza en el terreno y permitir que la topografía construida sugiera una continuidad natural. La arquitectura se presenta como un corte preciso en la tierra, evocando las grandes intervenciones del land art.

Inspirado en obras escultóricas como Double Negative de Michael Heizer o el Observatory de Robert Morris, el volumen de 673 m² se desarrolla en una única planta, con una geometría compacta y contundente. El edificio está definido por dos fachadas contrastadas: al oeste, una curva acristalada que alberga el restaurante; al este, un muro ciego de hormigón pigmentado que se funde con la tierra.

Este hormigón teñido, trabajado in situ, es protagonista tanto en el exterior como en los espacios interiores. Su textura ruda y su color cálido contribuyen a que el edificio dialogue con los tonos del terreno, reforzando la sensación de permanencia. Los pavimentos, mostradores y bancos también han sido elaborados en este mismo material, consolidando una narrativa material coherente.

El centro de visitantes no es solo una antesala a las esculturas exteriores. Incluye una galería expositiva, una sala de interpretación, tienda y un restaurante con vistas abiertas. La circulación interior se articula en torno a un eje longitudinal que organiza el recorrido de manera intuitiva, alternando áreas de contemplación cerradas con otras de apertura visual hacia el paisaje.

La luz natural es modulada con precisión: lucernarios lineales y aperturas controladas garantizan una iluminación suave y homogénea, sin comprometer las condiciones de conservación de las obras. El espacio resulta sobrio, casi monástico, potenciando una experiencia contemplativa y pausada.

The Weston no pretende ser un hito, sino una prolongación del terreno. Su cubierta vegetal, el uso de ventilación natural cruzada y la masa térmica del hormigón contribuyen a una eficiencia energética pasiva. Es un edificio que respira con el entorno, diseñado para durar y envejecer con dignidad.

Feilden Fowles propone una arquitectura silenciosa pero robusta, que no compite con el arte ni con la naturaleza, sino que los enmarca. The Weston no es solo un contenedor, es parte del relato del parque.