Rehabilitación de vivienda en un edificio protegido del s XIX. El programa parte de la cocina situándose en el centro de la vivienda y configurándose como el corazón de la casa y el espacio generador de relaciones sociales. A partir de ésta se distribuye la zona pública, con vistas a un preciosa plaza del barrio a través de enormes ventanales que se pliegan en épocas estivales, permitiendo un contacto directo con la vegetación existente.
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La habitación principal toma una localización estratégica en la fachada principal, con preciosas vistas, resultando un reducto de paz y luminosidad.
Podríamos concluir diciendo que la reforma propuesta nace de la intención de mejorar la distribución del inmueble, originalmente muy compartimentada, potenciando la calidad espacial de las zonas comunes y llevando la luz natural a cada espacio interior de la casa.
Frase del propietario: «buscábamos una casa que circulase en torno a los espacios comunes en los que fomentar el contacto y la vida familiar».
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Arquitecto responsable: Jorge Porto.
Decoración: Eugenia Hernández (EHA Interiorismo)
Fotografías: Belén Imaz