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13 de marzo de 2025

Chäserrugg: Tradición alpina y construcción en madera

  • Fotografía de Katalin Deér, Philip Heckhausen y Juergen Pollak

Una cumbre transformada por la arquitectura

En el corazón de los Alpes suizos, el Chäserrugg se alza como el pico más oriental del macizo de los Churfirsten, alcanzando los 2.262 metros sobre el nivel del mar. Este lugar, conocido por su impresionante topografía y vistas panorámicas, ha sido recientemente enriquecido con una obra maestra de la arquitectura contemporánea: el nuevo edificio de la estación de montaña diseñado por Herzog & de Meuron.

Una intervención respetuosa con el entorno

Desde 1972, el Chäserrugg es accesible mediante el teleférico Unterwasser-Iltios-Chäserrugg, que ha facilitado la llegada de esquiadores y excursionistas. La estación original, una estructura pragmática de acero y hormigón típica de los años setenta, albergaba provisionalmente un restaurante ubicado en las viviendas construidas para los trabajadores de la construcción. Con el tiempo, surgió la necesidad de una renovación que ofreciera una experiencia más acorde con la majestuosidad del entorno alpino.

El nuevo edificio, completado en 2015, se erige perpendicularmente a la estación existente, extendiéndose horizontalmente hacia el sur y enmarcando el panorama montañoso. Esta disposición crea una especie de plaza de llegada al aire libre, que ofrece a los visitantes una transición suave entre la ingeniería humana y la grandeza natural.

La construcción en madera como homenaje a la tradición

Una de las decisiones más destacadas del proyecto fue la elección de la construcción en madera como material principal. Esta elección no solo rinde homenaje a la tradición constructiva local, sino que también responde a una estrategia sostenible y eficiente. La estructura de madera maciza se asienta sobre una base de hormigón y fue prefabricada por artesanos locales en el valle, para luego ser ensamblada en la cima durante el verano. Este proceso permitió minimizar el impacto ambiental y aprovechar los recursos locales, utilizando principalmente madera de abeto y abeto rojo suizos.

La construcción en madera no solo ofrece ventajas técnicas y ambientales, sino que también aporta una calidez y autenticidad que enriquecen la experiencia de los visitantes. El interior del restaurante se caracteriza por un espacio amplio y flexible, donde la repetición de elementos de madera crea una atmósfera acogedora y coherente con el paisaje circundante. El techo bajo, sostenido por columnas estrechamente dispuestas, domina el edificio y se extiende hacia una terraza cubierta, invitando a los visitantes a sumergirse en el entorno alpino.

Integración y funcionalidad en altura

El diseño del edificio refleja una profunda comprensión de las condiciones extremas de la montaña. La estructura del techo responde a las altas cargas de viento y nieve típicas de las alturas alpinas, garantizando seguridad y durabilidad. Además, la disposición de los espacios interiores permite una flexibilidad que se adapta a las diversas necesidades de los visitantes, desde esquiadores hasta excursionistas y turistas.

Las amplias ventanas en tres lados del restaurante ofrecen vistas espectaculares del paisaje, mientras que las nichos con bancos y mesas integradas en el cuarto lado proporcionan espacios más íntimos para la contemplación. Cada nicho cuenta con su propia ventana, enmarcando vistas únicas del paisaje montañoso y creando una conexión constante entre el interior y el exterior.

Un ejemplo de sostenibilidad y respeto por la tradición

El proyecto del Chäserrugg ejemplifica cómo la arquitectura puede integrarse armoniosamente en su entorno natural y cultural. Al utilizar técnicas de construcción en madera y colaborar con artesanos locales, Herzog & de Meuron han logrado una obra que respeta la tradición alpina mientras ofrece soluciones contemporáneas y sostenibles. Este enfoque no solo enriquece la experiencia de los visitantes, sino que también establece un estándar para futuras intervenciones en entornos sensibles.

En conclusión, el edificio de la estación de montaña en el Chäserrugg es una muestra de cómo la arquitectura puede ser un puente entre la tradición y la modernidad, utilizando la construcción en madera como medio para lograr una integración respetuosa y sostenible en el paisaje alpino.