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20 de febrero de 2025

Casa en Miyamoto: arquitectura japonesa contemporánea

  • Fotografía: Shinkenchiku sha

Una casa sin barreras

En el bullicioso entorno urbano de Osaka, emerge una vivienda que redefine la convivencia familiar y la interacción con el espacio: la Casa en Miyamoto, diseñada por Tato Architects bajo la dirección de Yo Shimada. Este proyecto, concebido para una familia de tres miembros, desafía las convenciones tradicionales de la vivienda y juega con un concepto de arquitectura japonesa contemporánea.

Desde el inicio, los propietarios expresaron deseos claros: una casa donde, sin importar la ubicación dentro de ella, cada miembro pudiera sentir la proximidad de los demás; la ausencia de habitaciones privadas, evitando así el aislamiento; y la eliminación de espacios de almacenamiento convencionales, prefiriendo que los objetos estuvieran siempre a la vista, integrados en la vida diaria. Estas premisas llevaron al equipo de diseño a explorar soluciones innovadoras que fusionaran funcionalidad y cohesión espacial.

La respuesta arquitectónica fue la creación de una secuencia de plataformas conectadas por desniveles de 700 mm. Estas diferencias de altura permiten que cada nivel funcione de manera polivalente: una plataforma puede servir como escritorio respecto al nivel inferior o como estantería en relación con dos niveles por debajo. Esta disposición no solo proporciona lugares específicos para los objetos, sino que también facilita una percepción unificada del espacio, asemejándose a una gran sala continua.

La estructura interna se organiza en dos espirales que se entrelazan, encontrándose momentáneamente en la zona de estar antes de divergir nuevamente y ascender hacia dos terrazas en la azotea. Esta configuración genera múltiples recorridos dentro de la vivienda, ofreciendo flexibilidad en la circulación y la posibilidad de adaptar espacios según las necesidades de privacidad o interacción que puedan surgir con el tiempo.

Ubicada en un terreno con forma de bandera, resultado de la subdivisión de antiguas casas de madera cerca de la estación, la casa está rodeada de aparcamientos y edificios de apartamentos. Anticipando futuros desarrollos que podrían obstruir la entrada de luz natural, especialmente en las áreas inferiores, se optó por un diseño de volumen cúbico con techo plano, incorporando patios triangulares que actúan como pozos de luz. Las ventanas se distribuyen de manera uniforme, minimizando la interferencia con la estructura y preparándose para posibles cambios en el entorno circundante.

Dado que la zona está clasificada como de prevención de incendios, se empleó una estructura de acero con una altura interior de 6.900 mm. Dentro de este espacio, flotan trece plataformas en siete niveles diferentes: las siete superiores están suspendidas mediante varillas de acero de 20 mm desde las vigas del techo, mientras que las seis inferiores se apoyan en tubos de acero cuadrado de 75 mm. Esta repetición de un sistema simple y autónomo crea una configuración espacial que, según los arquitectos, funciona como una «cámara de eco», amplificando la vida interior y generando una sensación de expansión ilimitada.

Desde su mudanza, los habitantes han integrado sus pertenencias y rutinas en el espacio, logrando una simbiosis entre objetos, arquitectura y personas. La vivienda se ha convertido en un escenario dinámico, donde la vida cotidiana se despliega con riqueza y diversidad, ofreciendo constantemente nuevas perspectivas y experiencias.