
Casa de los niños en el parque: arquitectura que crece con su entorno
- Proyecto de: Estudio Bernardo Barder Architekten
- Fotografías de: Estudio Bernardo Barder Architekten
En Egg, en el corazón del Bregenzerwald austríaco, el estudio Bernardo Bader Architekten ha finalizado la obra que llaman “children’s house in the park”: una casa para niños en un entorno natural que traza un nuevo paradigma entre edificio y paisaje. Desde su volumetría —un pabellón de una sola planta, construido en madera— hasta su disposición en el terreno, cada decisión técnica refleja una apuesta por lo doméstico, lo abierto y la conexión con la naturaleza.
Una volumetría humilde y precisa
La casa adopta las formas convencionales de los cobertizos locales —tejados a dos aguas, líneas simples— pero las reinterpreta en una versión contemporánea. No hay gestos ostentosos, solo planos puros. Esa aparente modestia formal es el primer paso hacia una arquitectura sensible: modula luz, sombra y escala con una claridad que evita el espectáculo, rehúye la grandilocuencia.
Espacios para aprender y crecer
El edificio se estructura alrededor de un pabellón central con acceso directo desde el parque. Este “cabecero” alberga la cocina, el comedor y la sala de actividades: un gran espacio flexible diseñado para ser hogar, aula y centro cultural del pueblo. La estrategia programática es directa y eficaz: genera un espacio que crece y se repliega según las necesidades de juego, encuentro o descanso.
Naturaleza como coautora
Especial atención se ha puesto en la transición entre interior y exterior. Grandes ventanales y puertas correderas conectan el espacio central con el parque, borrando la línea entre dentro y fuera. La madera, presente en todo el interior, amplifica la sensación de calidez y convivencia con el entorno. No es solo un material constructivo: es mediador entre la infancia y el paisaje.
Arquitectura “smart” para un edificio de convivencia
Aunque el énfasis está en lo cotidiano y sensorial, la propuesta es también “smart”. No se detalla la tecnología usada, pero el término sugiere gestión energética y térmica eficiente. Una vivienda de madera en un clima alpino exige rigurosidad técnica: aislamiento adecuado, ventilación eficiente, uso consciente de recursos. Este edificio no es solo amable: es inteligente.
Precisión amable
La children’s house in the park no cautiva con efectos, sino con su lógica. Un solo volumen que recoge programas y los abre al paisaje sin gestos vacíos. Una casa que utiliza las herramientas de la arquitectura competente —materiales, estructura, climatización— no para impresionar, sino para acompañar. En el fondo, esta obra enseña que a veces ser grande es saber permanecer en lo pequeño. Y hacerlo bien.
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