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14 de agosto de 2025

Cape Schanck House: luz, materia y arquitectura que respira

  • Proyecto de: Studio Goss
  • Fotografías de: Timothy Kaye

En Cape Schanck, al sur de Melbourne, Studio Goss ha proyectado una vivienda que no se impone al paisaje, sino que lo filtra. La Cape Schanck House nace como una sucesión de formas casi en blanco —contenidas, herméticas— que se activan al contacto con la luz. Es esa relación entre volumen y atmósfera la que sostiene el proyecto: una arquitectura medida, de gestos rotundos pero silenciosos, que transforma el habitar en un ejercicio de contemplación.

Desde el principio, el encargo fue más que una casa: era una oportunidad para diseñar también la luz que la habita. Studio Goss trabajó en paralelo con la firma Articolo para desarrollar una pieza específica: la luminaria de muro 12:40, un artefacto que integra luz, textura y tecnología en un único gesto.

La casa está concebida como un conjunto de volúmenes casi abstractos, donde el control lumínico no es un complemento decorativo, sino el motor espacial. La 12:40 wall sconce, diseñada a medida para este proyecto, no funciona como aplique tradicional: se funde con la arquitectura gracias a un sistema de acabados personalizables que replica los tonos, texturas y materiales de los paramentos donde se instala. El resultado no es una lámpara, sino un relieve que se convierte en parte del muro. Una línea que se borra entre el arte y la iluminación ambiental.

Además de lo material, el dispositivo incorpora tecnología tuneable white, que adapta la temperatura del color a lo largo del día, imitando los ciclos naturales del sol. No es solo una decisión estética, sino biológica: una forma de reequilibrar el ritmo circadiano del cuerpo humano desde la arquitectura.

La paleta de acabados del sistema 12:40 habla el mismo lenguaje que la casa: travertino, alabastro, vidrio fundido, maderas nobles. Todos ellos elegidos no por su espectacularidad, sino por su capacidad de envejecer, de reaccionar a la luz y de ser tocados. Porque esta es una vivienda pensada desde el uso sensorial, desde la experiencia háptica y visual del espacio.

El resultado es una arquitectura sin énfasis, donde todo lo técnico ha sido resuelto con sobriedad: patios protegidos, cubiertas que recogen la luz sin deslumbrar, volúmenes que contienen sin encerrar. Una casa que respira el paisaje sin necesidad de encuadrarlo.

Cape Schanck House demuestra que cuando arquitectura, diseño y tecnología se piensan como una unidad, el resultado no se ve: se vive. Aquí, la luz no solo ilumina, acompaña. Y lo doméstico, sin alardes, se convierte en refugio. Una lección de precisión, calma y coherencia.