La vivienda original, construida en 1927 y que conservaba la mayoría de los elementos originales, presentaba múltiples particiones escasamente iluminadas en las que tuvimos que trabajar para aportar amplitud y luminosidad. Por otro lado, existían diferentes elementos de la época que nos pareció muy interesante conservar y actualizar para mantener el espíritu original de la edificación mezclado con un concepto contemporáneo del espacio.
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La vivienda original, construida en 1927 y que conservaba la mayoría de los elementos originales, presentaba múltiples particiones escasamente iluminadas en las que tuvimos que trabajar para aportar amplitud y luminosidad. Por otro lado, existían diferentes elementos de la época que nos pareció muy interesante conservar y actualizar para mantener el espíritu original de la edificación mezclado con un concepto contemporáneo del espacio.
Con una superficie útil aproximada de 300m2, la reforma planteada dejó un interior diáfano, potenciando la luz natural y ejecutando particiones en vídrio que funcionan como membranas de aire que consiguen ordenar el espacio sin fragmentarlo, generando una sensación espacial diferente. Se respetaron los frisos de madera originales y los artesonados de los techos, dotando a estos elementos de uniformidad cromática en tonos claros. Se mantuvieron y recuperaron la mayor parte de los solados de madera existentes así como parte de la baldosa hidráulica con base de cemento en las zonas en que se pudo conservar.
Se ha pretendido preservar la esencia de edificio sin mantener su materialidad.
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Equipo: Camino Alonso, Carlos Alonso, Ignacio Lechón, Fernando Alonso, Jesus Ágreda, Jorge Porto
Interiorismo: BATAVIA · Fotografías: Luís Asin