Cuando el estudio de arquitectura noruego Reiulf Ramstad Arkitekter (RRA) recibió el encargo de este espléndido refugio de montaña, las instrucciones fueron muy claras: una vivienda para cuatro personas -con un quinto miembro en camino- que incluyese cuatro dormitorios, sala de estar y comedor independientes, un espacio separado para el ocio y una entreplanta para los más pequeños. Además, un pequeño anexo serviría para alojar a abuelos e invitados.
Con estas premisas tan concretas, la firma de Oslo se puso manos a la obra, ideando una cabaña de líneas limpias que se adapta muy bien a la pendiente del terreno. La casa está situada cerca del pueblo de Geilo, en pleno valle de Hallingdal, una zona al sur del país muy popular para la práctica del esquí, el senderismo y otras actividades deportivas.
A fin de disfrutar al máximo del paisaje, RRA partió de un cuerpo principal que sigue el contorno natural y del que brotan dos amplias zonas de estar totalmente panorámicas y con distinta orientación hacia la montaña. Asimismo, el uso de múltiples niveles les permitió adaptarse a la pronunciada pendiente.
El volumen separado del anexo para invitados, también con pared acristalada, resulta una prolongación visual del cuerpo principal, proporcionando la tercera «vista dividida» a la que alude el nombre del proyecto.
En cuanto al aspecto externo, se eligió un revestimiento integral de tablones de madera que irán adquiriendo una pátina gris con el tiempo.
En el interior, la cocina central presidida por una chimenea de doble cara y una gran mesa en voladizo sirve de punto de encuentro y distribuidor hacia el sótano, las habitaciones sobreelevadas, un cuarto de baño con sauna y los dormitorios, a los que se accede mediante puertas correderas. Todo un refugio invernal en la más pura tradición noruega de hospitalidad y respeto por la naturaleza.
Fotografías Søren Harder Nielsen and RRA.