Japón es un país sobre habitado, donde un pequeño terreno puede costar una fortuna. Por ello, cualquier espacio es aprovechado al máximo. Las situaciones extremas muchas veces llevan a ideas extremas y este es un buen ejemplo.
El arquitecto japonés Kota Mizuishi, aprovechó un terreno minúsculo para construir una casa totalmente equipada con baño, habitaciones y hasta sala de juegos.