Las hileras de casas adosadas victorianas siguen mostrando hoy en día la marcada personalidad de la vivienda londinense del siglo XIX. Así pues, toda renovación corre el riesgo de hurtar parte de su llamativo impacto visual o de afectar negativamente a la armonía de su entorno.

El equipo de 31/44 Architects se enfrentó a este reto cuando diseñó Corner House, un edificio de tres viviendas en el barrio de Peckham, situado en el sur de la capital. El proyecto daría nueva forma a toda una esquina de la calle, e incluía un piso con jardín, un dúplex y una casa nueva de tres dormitorios junto a ellos con un aire bien distinto. Las dos primeras viviendas mantienen en la fachada su pasado victoriano, mientras que la tercera juega a hacer una relectura contemporánea de los viejos patrones.

El nuevo volumen conserva la disposición tradicional de puertas y ventanas, pero varios espacios destinados a estas últimas se cegaron con ladrillos. De este modo, se dibuja en la fachada la pauta esperada (añadiendo incluso los alféizares) y se crean puntos de atención inmediatos para el paseante, resaltados aún más por el corte abrupto del tejado plano. De hecho, todo el bloque destaca por la diferencia de tono en el ladrillo empleado.

También resulta provocativa la extensión trasera acristalada con montantes de madera oscura, en un claro guiño a los invernaderos del siglo XIX. Y para seguir rompiendo moldes, se dio un perfil redondeado a la esquina, que imita la forma del pub ubicado justo enfrente.

En las puertas de entrada encontramos otro punto de ruptura con lo convencional. El aparente doble acceso una vez subida la escalera no es tal. Mientras que la entrada al dúplex sigue la estética victoriana, para acceder a la nueva casa hay que bajar hasta el nivel inferior. Además, la «puerta» del piso superior se convierte en una ventana, y el falso tramo de escalera en un dosel de protección para la auténtica puerta.

Esta vivienda se distribuye en tres niveles. La planta baja abierta alberga el salón, la cocina y el comedor. Sus puertas correderas en la parte delantera y en el acceso al jardín permiten una buena ventilación. Los pisos superiores se dedican al descanso, ocupando la última planta el dormitorio principal en suite.

A veces hay una delgada línea entre la audacia efectiva y un ejercicio de estilo demasiado rompedor. En Corner House, le corresponde al espectador inclinar la balanza.

 

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