El Centro de Estudios Hidrográficos constituye unos de los edificios más singulares y carismáticos de la larga trayectoria profesional del arquitecto español Miguel Fisac (Daimiel, Ciudad Real, 1913). Es uno de los primeros intentos de proponer el hormigón armado como único material constructivo y el primero en Madrid en terminarse en hormigón visto. El proyecto original plantea dos edificios independientes (a pesar de que los organismos a los que se destinaba compartían un objetivo común, sus funciones eran muy diferentes) comunicados sólo por un pasillo en la planta primera.

«Un edificio principal, de siete plantas, destinado a despachos de dirección,trabajo de ingenieros, ayudantes y personal auxiliar, sala de juntas, auditorio y aula de coloquios, una gran nave de modelos y otras dos más pequeñas para túnel de cavitación, ensayos especiales y ensayos de máquinas, forman el núcleo principal del  trabajo que se desarrolla en el laboratorio de hidráulica. El conjunto se completa con un edificio de dos plantas para despachos auxiliares de técnicos, talleres, cafetería, vestuario y comedor de obreros, a los que se adosa otro edificio, también de dos plantas, para Reología y vivienda para guarda-conserje» Miguel Fisac (Informes de la construcción nº 157, Instituto de Eduardo Torroja).

La concepción arquitectónica es sencilla pero formal y con gran expresividad estructural. El Centro de Estudios Hidrográficos se inauguró en 1963; desde entonces, se ha utilizado para los mismos fines para los que fue proyectado aunque se han ido adecuando sus instalaciones a las nuevas exigencias tecnológicas y a día de hoy, se puede contemplar el edificio exactamente igual que cuando se inauguró. Constituye un referente de la arquitectura española de los años 60.

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